Desde una actitud de mejorar en nuestra práctica profesional, PsicoWorks continúa con la formación continua; esta vez con intención de mejorar en la evaluación de la depresión.

En un contexto incomparable, el Palacio Miramar de San Sebastián, de la mano de los Cursos de Verano de la UPV, realizando el curso Psicología Clínica: La depresión, diagnóstico y tratamiento. El curso ha sido impartido por Gualberto Buela – Casal (Catedrático de la Universidad de Granada y Presidente de la Asociación Española de Psicología Clí­nica), Wenceslao Peñate Castro (Catedrático de la Universidad de La Laguna) y Francisco Santolaya Ochando (Psicólogo Clí­nico del Hospital Clí­nico Universitario de Valencia, Decano del Colegio Oficial de Psicólogos de la Comunidad Valenciana y Presidente del Consejo General de la Psicologí­a de España). Todo un lujo.

Vistas desde el Palacio Miramar

Vistas desde el Palacio Miramar

¿Un psicólogo forense haciendo un curso de psicologí­a clí­nica? Por supuesto. En una evaluación forense es necesario diagnosticar, y tenemos que hacerlo bien, utilizando la metodología apropiada para la evaluación de la depresión.

Como forenses, tenemos que evaluar a personas que atraviesan momentos complicados, están inmersas en situaciones de conflicto, intentando conseguir objetivos y /o luchando por lo que ellas piensan que es justo, etc. Es inevitable que su situación emocional está alterada y es frecuente que los evaluados refieran sintomatologí­a propia de cuadros depresivos. Pero ¿tiene depresión o está deprimida? ¿Está deprimida o está tristes? ¿Está deprimida como consecuencia del proceso judicial en el que se encuentra o ya estaba antes? ¿Su estado emocional puede influir en su forma de actuar?

Pongamos un ejemplo de evaluación de la depresión.

Imaginemos un padre que quiere conseguir la custodia compartida de sus hijos. Han pasado tres años desde que se divorciara y, en aquel momento, acordó que la custodia fuera de la madre. Tener que volver a vivir a casa de sus padres y no tener un empleo estable fueron los motivos principales de aquella decisión. Pero actualmente, su nuevo trabajo, su solvencia económica, un domicilio al que se ha trasladado, y, principalmente, la excelente relación que con sus hijos ha logrado mantener durante este tiempo, le lleva a proponer un cambio de custodia.

 Lleva meses desde que interpusiera la demanda de modificación de medidas. Es fácil de comprender que este padre no se encuentre bien, que se sienta triste, agotado, sin fuerzas, con ansiedad, etc. Pero tendremos que determinar si tiene un trastorno depresivo (diagnosticar depresión o no), si es un sí­ntoma depresivo reactivo a la situación que está viviendo y, por supuesto, si dicho estado emocional influirá en el ejercicio de su función parental.

Otro ámbito importante en el que será necesario realizar un diagnóstico de depresión adecuado, será aquellos casos en los que el objeto de evaluación sea la huella psíquica, es decir, el daño psí­quico consecuencia, por ejemplo, de un maltrato.

Pensemos en una persona que denuncia un acoso laboral. Además de la descripción detallada del acoso sufrido, refiere que, desde entonces, es una persona diferente. Está triste, ansiosa, apática, sin ganas de hacer cosas, le cuesta disfrutar, con dificultad para dormir, sin poder dejar de pensar en lo que ha vivido, etc.

 Tendremos que evaluar su estado emocional, realizando el diagnóstico de los posibles trastornos que esa persona padece actualmente para establecer la relación causal existente entre el supuesto acoso y dichos trastornos.

Son dos ejemplos que nos ayudan a explicar la necesidad que los psicólogos forenses tenemos de evaluar y diagnosticar de una forma precisa. Pero hacerlo no es una tarea fácil.

En la primera conferencia del curso, «Qué es la depresión y cómo diagnosticarla», Gualberto Buela – Casal clasifica los síntomas de la depresión en sí­ntomas afectivos (sentimiento de tristeza, desconsuelo, desesperanza, culpa, etc.), cognitivos (presencia de pensamientos disfuncionales, rumiación, alteración de las capacidades de concentración, memoria, atención, etc.), somáticos (malestar fí­sico, problemas de sueño, alteración del apetito o del deseo sexual, etc.), conductuales (lloro frecuente, falta de actividad, etc.) e interpersonales (aislamiento social, reducción de habilidades social, etc.).

Presentación Power Point

Presentación Power Point del curso sobre Evaluación de la Depresión

Ninguno de los instrumentos de evaluación con los que contamos en la actualidad para diagnosticar la depresión (Inventario de Depresión de Beck, Cuestionario Básico de Depresión, Inventario de Depresión Estado – Rasgo, Test de Depresión de Hamilton, etc.) , evalúa los cinco grupos de sí­ntomas, sino que se centra en dos o tres de ellos. Esto dificulta un correcto diagnóstico de la depresión ya que según el instrumento que apliquemos, el resultado será uno u otro,  en función de los sí­ntomas que presente el sujeto a evaluar.

Pero Gualberto y su equipo, está trabajando en la solución: la construcción del Test de Evaluación Clínica de la Depresión, dirigido a la evaluación de los cinco factores. Sin duda, constituirá una herramienta indispensable para el diagnóstico y evaluación de la depresión, y por lo tanto, indispensable en la práctica forense.